A veces muchos escritores necesitan de alguien que les lleve de la mano por diversas etapas de su vida y muchas veces esa mano que le guía, que le socorre y le da los ánimos necesarios para continuar su obra es el editor. Juan Cruz, ha sido de todo, escritor, columnista y editor, sabe de estos menesteres como el que más, y logra plasmar en estas memorias Egos revueltos en contarnos diversos aspectos de insignes autores que han pasado por su vida y entablado una relación a veces apartada del plano profesional para convertirse en el plano personal un acercamiento a su forma de sentir y de pensar.
Estas memorias que nos hablan de otras memorias de autores como Günter Grass o Bowles, como Cortázar o Umbral, o también como Ayala o Cela, pasando también por Benet, Sarduy y Pérez-Reverte. Con todos ellos y algunos más tuvo su acercamiento por diversos motivos y nos traslada sus opiniones y como los veía en esos momentos que estuvo cercano a ellos, de pasar a veces intensas jornadas de conversación, donde uno se muestra tal cual es, ya que se hayan ante todo de un amigo y uno puede abrir más su forma de pensar y dejar translucir a veces sus obsesiones y sus miedos. A los que nos gusta la literatura este libro nos acercará de una manera muy amena a esos escritores que muchos admiramos y nos sorprenderá con el acercamiento que tuvo con la mayoría de los escritores a los que muchas veces hecha de menos a los que ya han desaparecido pero que perduraran tanto en sus obras como en este maravilloso libro, que por cierto fue galardonada con el XXII Premio Comillas, pero eso es lo de menos. No se arrepentirán de leerlo.
Ficha:
Lengua: Castellano
Editorial: Tusquets Editores
Colección: Tiempo de Memoria
Encuadernación: Tapa blanda
Páginas: 488
Edición: 1ª
Año: 2010
ISBN: 9788483832219
Escrito por Toronaga 
Ahora en los tiempos que corren ya no hay personajes como estos, verdaderos genios en muchas disciplinas, tanto en la cantidad de idiomas que sabían, se llega a decir que unos 29, como en la capacidad de interpretar diversos personajes para llevar a buen término sus empresas, hacer de espía de Su Majestad, expertos en antropología, nos descubrirán nuevos sitios, nos introducen en culturas que nos estaban vedadas, etc. Y uno de estos genios románticos, políglota y explorador al mismo tiempo que espía, fue El Capitán Richard F. Burton, y que su biógrafo Edward Rice, nos expone en un libro lleno de aventuras que se lee como una autentica novela. Richard F. Burton, el primer hombre occidental que entra en la Meca, así como en Medina, un hombre prolífico en todos los sentidos, nos legará una edición, 17 volúmenes, acotada y con numerosísimas notas de las Mil y una noches, así como nos dará a conocer el Kamasutra y el Ananga Ranga, traducidos por él, ya que tenía una curiosidad insaciable por los hábitos sexuales, tanto de los pueblos, como de las distintas culturas. Fue capaz de legarnos en distintos libros sus viajes, verdaderos estudios sobre geografía como de antropología y hasta tuvo tiempo de traducir Os Luisiadas, de Camoens. Viajo por todo el mundo, no solo por los países árabes, la India, y toda esa región, sino también, por EEUU, Paraguay y Chile. La pena fue que su catolicísima esposa Isabel a su muerte destruyo casi por entero sus diarios, unos cincuenta, ya que estaban llenos en su mayoría de hechos sexuales, también quemó el poema que estaba escribiendo titulado El jardín Perfumado, y por eso esta radical victoriana pasa a la historia literaria como una verdadera traidora a las ideas darwinistas y liberales de su marido. Un libro que merece la pena ser leído por todo aquel que le guste la historia, la antropología, el misterio de civilizaciones que van siendo descubierto poco a poco, la aventura por la aventura, llena de actos de gran atrevimiento, hasta los que les guste los libros sobre verdaderos espías, encontraran en esta gran biografía y, me atrevería a decir que definitiva, un libro espectacular que llenará muchas horas de autentico goce literario y con una gran bibliografía. Merece la pena.
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